Cómo cuidar tu piel en invierno: hidratación, nutrición y protección
- farmaciapaseodelma
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El invierno supone un auténtico reto para la piel. Las bajas temperaturas, el viento, la lluvia y los cambios bruscos de temperatura entre el exterior y los espacios con calefacción alteran su equilibrio natural. Como consecuencia, muchas personas notan la piel más seca, sensible, apagada o tirante durante estos meses.

Adaptar la rutina de cuidado facial y corporal en invierno no es solo una cuestión estética, sino también de salud cutánea. Una piel bien cuidada actúa como una barrera eficaz frente a agresiones externas y envejece mejor con el paso del tiempo.
Por qué la piel se deshidrata más en invierno
Durante los meses fríos, la piel produce menos lípidos naturales. Estos lípidos son esenciales para mantener la hidratación y proteger la barrera cutánea. Al reducirse, el agua se evapora con mayor facilidad y la piel pierde elasticidad.
Además, la calefacción reseca el ambiente, disminuyendo la humedad del aire y favoreciendo la deshidratación. El resultado suele ser:
Sensación de tirantez constante
Picor o escozor
Descamación en zonas como nariz, mejillas o frente
Pérdida de luminosidad
Mayor reactividad en pieles sensibles
Claves fundamentales para cuidar la piel en invierno
1. Hidratación intensa y adaptada
En invierno, la piel necesita fórmulas más nutritivas y reparadoras. Es recomendable optar por cremas con:
Ceramidas, que refuerzan la barrera cutánea
Ácido hialurónico, que retiene el agua en la piel
Mantecas y aceites naturales, que aportan nutrición
Niacinamida, que calma y mejora la función barrera
Aplicar la crema mañana y noche es imprescindible. Por la noche, la piel entra en fase de regeneración, por lo que una textura más rica ayuda a su reparación.
2. Limpieza suave y respetuosa
Una limpieza agresiva puede empeorar la sequedad. En invierno se recomienda:
Evitar jabones tradicionales y limpiadores con alcohol
Utilizar limpiadores en crema, leche o syndet
Lavar el rostro con agua tibia, nunca caliente
La limpieza debe eliminar impurezas sin arrastrar los lípidos naturales que protegen la piel.
3. Nutrición desde el interior
La piel refleja el estado interno del organismo. Una alimentación equilibrada rica en:
Omega 3 y 6
Vitaminas antioxidantes (A, C y E)
Zinc y selenio
Ayuda a mantener la piel elástica y protegida. En algunos casos, los complementos nutricionales específicos para piel pueden reforzar la hidratación, mejorar la luminosidad y reducir la sensibilidad.
4. Protección solar también en invierno
Aunque el sol sea menos intenso, la radiación ultravioleta sigue presente todo el año. Usar protector solar a diario ayuda a prevenir:
Envejecimiento prematuro
Manchas
Empeoramiento de rojeces o sensibilidad
Especialmente importante si se usan tratamientos despigmentantes o exfoliantes.
5. Atención especial a manos, labios y cuerpo
Las manos y los labios son las zonas más expuestas al frío. Es habitual que aparezcan grietas, rojeces o sequedad extrema. Para prevenirlo:
Aplicar crema de manos varias veces al día
Usar bálsamos labiales reparadores de forma frecuente
Hidratar el cuerpo tras la ducha con cremas nutritivas
Errores frecuentes en invierno
Usar el mismo producto todo el año sin adaptarlo a la estación
Ducharse con agua muy caliente
Olvidar la hidratación corporal
Pensar que la piel grasa no necesita nutrición
El cuidado de la piel en invierno requiere constancia y adaptación. Hidratación, nutrición y protección son los tres pilares fundamentales para mantener una piel sana, confortable y luminosa durante los meses fríos.
Si notas sequedad persistente, sensibilidad o cambios en tu piel, consúltanos en la farmacia. Nuestro equipo puede ayudarte a crear una rutina personalizada para que tu piel esté protegida durante todo el invierno.
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